martes, 8 de diciembre de 2015

Mondoto (02-08-2015)

Alguien de la zona definía el Mondoto como uno de esos montes "a los que van los montañeros franceses viejos". ¿Por qué? Porque son los que más saben; porque son montes asequibles y sin dificultades; porque el esfuerzo, cada paso que das, se ve recompensado con creces en la cima. Por la zona nos indicó otros dos que según él entraban en esa categoría, el Castillo Mayor y la Peña Montañesa.
Mondoto y sus paredes sobre el cañón de Añisclo.
Cuando hablábamos con él ya habíamos estado en Peña Montañesa, y después de este verano, tras ascender al Mondoto y Castillo Mayor, no puedo estar más de acuerdo, los tres merecen sobradamente la pena. En este caso, las panorámicas sobre el cañón de Añisclo y hacia las tres Sorores son de esas que piden sentarte y disfrutar.
Caliza, prado y al norte, cerrando la panorámica, siempre las Tres Sorores, el collado de Añisclo y las Tres Marías.
Fecha: 02-08-2015
Montañeros: 3
Recorrido: Nerín (1.280 m) - Collado de la Entrada de la Estiva (1.804 m) - Mondoto (1.957 m) - [Opcional: Recorrido junto al borde del cañón de Añisclo - Collado a la altura del barranco de Espluquetas- Vuelta por el centro de la meseta] - Collado de la Entrada de la Estiva (1.804 m) - Nerín (2.175 m)
Distancia (Ida y vuelta): 12,24 km (incluye el recorrido opcional). Ascensión y vuelta unos 9 km.
Desnivel (positivo): 833  m
Duración (con paradas): 4 h 53 min, incluye el recorrido opcional. Hasta la cima, 1 h 45 min.
Dificultad: Fácil.   
Track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10377849

Salimos de Nerín. Si venimos de abajo, pasado el hotel y antes de entrar en el pueblo, tomamos la carretera que sale a la derecha y que, tras pasar la zona de aparcamiento del autobús de Ordesa, hace una "S" hasta pasar la Ermita de Santa María (según los mapas, porque ahora lo que destaca es la omnipresente torre de telefonía) y encontrarnos la barrera del Parque Nacional que nos impide continuar por la pista. 

Hasta aquí se podría traer el coche sin problemas, pero nosotros hemos pasado la noche en el Albergue Añisclo, así que salimos andando desde su puerta, y andando hacemos también ese, más o menos, primer kilómetro de pista.

Empezamos a andar por la pista. A nuestra derecha y en el centro de la foto, recortada contra el horizonte tenemos la Peña Montañesa. (Por cierto, ese punto negro en el centro es un pájaro que no quiso perderse la foto).
Nerín visto desde la pista. Cuatro casas, pero con un hotel y un albergue de los recomendables.
Apenas unos metros antes de la barrera a nuestra derecha sale un sendero señalizado. Las indicaciones de "Cuello Arenas-Mondoto" en el cartel verde no deja lugar a dudas.

Caseta, barrera y prohibición de paso a vehículos. A la derecha de la pista comienza el sendero.
Ascendemos entre boj y erizones, ni un árbol para dar un poco de sombra, por terreno kárstico. La senda generalmente está muy bien marcada y, se nota que es una senda muy transitada, encontraremos hitos cada pocos metros.
Gran parte del recorrido tiene esta pinta. Suelo calizo, erizones y boj.
La senda subirá primero más o menos directa hacia el norte, y tras unos 250 metros llegaremos a una bifurcación. Nuevo cartel verde y además indicaciones de pintura. Tomamos a la derecha, dirección, como no podrías ser de otra forma, Mondoto. La senda de la izquierda nos llevaría a Cuello Arenas.
Bifurcación. Tomamos a nuestra derecha dirección Mondoto.
Tras esta bifurcación el camino enfila hacia el Este. La pendiente se suaviza hasta que nos acercamos al Barranco de Ballatar. Nos encontramos aún algunas pequeñas pozas con agua que no dificultan en absoluto su cruce.
Nos acercamos al barranco Ballatar. Se mantiene el mismo tipo de terreno.
El barranco aún conserva algo de agua, pero la pinta a principios de agosto es que se secará pronto.
Al otro lado del barranco el camino sigue ascendiendo hasta dar con el cauce de un arroyo (seco ahora en agosto) que unos metros más abajo se unirá al del Barranco que hemos cruzado. Dejamos el cauce de este arroyo a nuestra a nuestra izquierda y seguimos subiendo paralelos al mismo.
Cruzamos el barranco y seguimos el sendero y los hitos. Al principio mantenemos el mismo paisaje.
Pero luego poco a poco, va surgiendo el prado.
Mientras el sendero nos conduce hasta el collado de la Entrada de la Estiva, van desapareciendo bojs y erizones dejando paso al prado.
Ya en el collado giramos a nuestra derecha y ascendemos por prado siguiendo los rastros de senda.
Una vez en el collado giramos a nuestra derecha 90 º y ascendemos (Este Sureste) por prado y sendero marcado. Mientras subimos ya empezamos a ver hacia el norte (nuestra izquierda) las Tres Sorores y las Tres Marías.  
Según subimos esta última cuesta no podemos menos que pararnos a contemplar las vistas. Al Norte ya empieza a aparecer el Perdido.
Seguimos el sendero hasta alcanzar los cortados sobre el cañón de Añisclo. En ese punto continuamos, ahora prácticamente ya en llano, siguiendo el borde del cañón hacia la derecha hasta alcanzar  la cima del Mondoto (1.957 m; 1 h 45 min). Las vistas hacia cualquier dirección, (incluso hacia bajo, que no olvidemos que a nuestros pies se abre el cañón de Añisclo) son de impresión y justifican sobradamente la ascensión.
Ya hemos llegado al cortado. Como siempre, nuestra primera mirada es al Norte, con el collado de Añisclo en el centro.
Pero también hay que mirar a las paredes sobre el cañón y a las Sestrales al otro lado.
Cañón de Añisclo a nuestros pies.
Vistas al Norte: a la izquierda las cimas sobre Gavarnie (Espalda, Picos de la Cascada, Marboré) y ya más centrados Cilindro, Perdido, Pico Añisclo, Punta de las Olas, Collado de Añisclo y las Tres Marías a la derecha.
Mirando al Sur, la entrada del cañón.
La vuelta se puede hacer sin problemas por el mismo camino de subida, pero nosotros, por aquello de alargar la subida, decidimos dirigirnos hacia el norte, siguiendo el borde del cañón. TopoPirineos sitúa por ahí un sendero, así que la idea es seguirlo hasta donde podamos y luego volver por el centro de la meseta.

Así que descendemos hacia los prados que se ven abajo, hacia el norte. Para ello nos alejamos del borde de cañón y atravesamos en descenso una zona de roca caliza sin senda definida que nos conduce a una zona de prado llana junto al cortado.

Por aquí no vemos un sendero claro, así que seguimos paralelos a los entrantes y salientes del cañón hasta dar con una barrera caliza.
Atravesamos la caliza en descenso...
...hacia los prados que bordean el cañón.
Yendo por el borde nos encontramos una nueva zona caliza que salvamos dejándola a nuestra derecha.
Tras cruzarla se alternan pequeñas zonas de prado y otras de karst con grandes erizones y bojs. Entre los erizones y los bojs se adivinan rastros de senda (coinciden en algunos puntos bastante bien con el sendero en TopoPirineos) aunque el avance, como casi siempre por este tipo de terreno, es bastante complicado y nunca está claro si estas siguiendo un sendero o si simplemente estás buscando el mejor paso entre los bojs.

Esa búsqueda de la zona mas practicable nos acerca en varios puntos a la pared del cañón, cañón que sigue con sus entrantes y salientes. De nuevo, las vistas hacia el cañón impresionan.
Mirada a nuestra espalda: Mondoto.
Los entrantes y salientes del cañón nos dejan preciosas vistas de su paredes.
Pero nos cansamos de dar vueltas entre los bojs y los erizones, el avance es bastante lento,  y decidimos dejarlo, saliéndonos hacia arriba a nuestra izquierda yendo a dar con el Barranco de Espluquetas. Lo seguimos hacia arriba hasta dar con el camino que recorre la meseta por su zona central.

Una vez en el camino aún lo seguimos unos metros hacia el norte, cruzando una pequeña barrera caliza. Frente a nosotros aparece de nuevo toda la zona del Perdido y el collado de Añisclo. Con estas vistas decidimos que lo mejor es sentarse, disfrutarlas mientras comemos algo y, para no alargar demasiado la salida, volver. Por supuesto allí sentados, como buenos montañeros, compartimos planes, rutas realizadas y otras por realizar, e historias sobre los montes que vemos.

Remontando hacia el sendero.
Vuelve a aparecer el Perdido al Norte. Momento de pararse a disfrutar.
Toda la línea de montes junto al Collado de Añisclo. Frente a nosotros el barranco Sabarils y el Barranco de la Pardina algo más atrás, acabando ambos en el cañón de Añisclo. En este punto nos planteamos si acercarnos a la faja Pardina, pero como "lo poco gusta y lo mucho cansa" decidimos darnos la vuelta.
La vuelta no tiene pérdida. Un marcado sendero recorre el centro de la pradera hacia el collado de la Entrada de la Estiva. A veces se pierde un poco entre los erizones, pero el collado y el Mondoto están siempre ahí, sirviendo de referencia.
Avanzando por el centro de la meseta, entre erizones.
Llegamos al collado de la Entrada de la estiva. A nuestra izquierda la loma que hemos ascendido antes para acceder a la cumbre del Mondoto. Ya se ve que no presenta dificultades.
Una vez en el collado seguimos si más el camino que hemos recorrido en la subida.

Hasta el momento hemos estado solos por la zona, pero ahora, bajando, nos encontramos unos cuantos grupos que suben. El calor empieza a apretar y no podemos menos que apiadarnos de los que inician a esa hora la subida, aunque a nosotros la bajada se nos hace rápida y cómoda hasta Nerín.
Nos acercamos al collado, y de ahí, el camino de bajada es el mismo que el de subida.
Llegando a Nerín. En los últimos metros acortamos entre los huertos de la parte alta del pueblo para acabar llegando directamente a la iglesia.


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